¡Encantada de conocerte!

Noëlle, 29 años. Artista de manos pequeñas. Madre de plantas y de un perro llamado Ficus. Ilustradora, diseñadora gráfica, fotógrafa aesthetics y bloguera desde la cuna.

¿Qué quieres leer?

Próxima parada: Almería

¡Hola, hola! Hoy estoy feliz. Radiante. Pero sobre todo impaciente. De aquí un mes será el cumpleaños de mi mejor amigo. Mi más mejor amigo del universo. Y lo celebraré a su lado, en Almería.

Os quiero poner en situación: Mi mejor amigo se llama Alex (sí, como mi novio; de hecho mi amigo me animó a que conociera al que ahora es mi novio por llamarse igual que él). Alex, Alejandro; aunque yo (y sólo yo) le llamo Patata. Porque somos lo que comemos, y Alex come muchas patatas. Además juntos eramos (somos) el Patatateam, un equipo infalible de billar y futbolín (no me juzguéis, son recuerdos felices).



Ilustración 100% realista de mi amigo y yo

Es como mi hermano mayor (de hecho tiene la edad de mi hermano mayor) y yo soy su "patatina". Nos damos consejos, hablamos, reímos, somos el fiel lector del otro en cuanto a inquietudes de escritura se refiere... Y quedábamos mucho, muchísimo. Casi cada fin de semana; por el centro, en la Ovella Negra hasta cerrarla... Y hablo en pasado, muy muy a mi pesar, porque desde 2013 Alex se vio obligado a poner demasiados kilómetros de distancia entre nosotros.

No tuvo más remedio que irse, volver con su familia a tierras almerienses. Se lo puse lo más fácil que pude pero literalmente mi alma hizo "crack". En mil pedazos. No os podéis ni imaginar lo que supone tener a alguien tan esencial e irreemplazable a tanta distancia. Para mí en concreto es algo todavía más terrible porque ni tengo muchos amigos y mucho menos los tengo tan buenos como él. A veces, aún estando rodeada de mucha (y preciosa) gente, no puedo evitar sentir una oleada de soledad si paso demasiados días sin saber de él, de mi patata.

Pero en menos de un mes, el 4 de diciembre, ya estaré ahí. A su lado. Y aunque sean pocos días me invade la felicidad sólo de pensarlo. Seguramente la despedida dolerá pero duele muchísimo más la distancia. Podremos darnos nuestros abrazos de foca, comer muchas tapas, hacer turismo andaluz, muchísimas fotos y crear muchos recuerdos nuevos. Me subo literalmente por las paredes sólo de pensarlo. 

Y por supuesto, ¿quién es el arquitecto de este sueño hecho realidad? El mejor novio del mundo al que nunca podré agradecerle lo suficiente todo lo que hace por mí. Tendré a mis dos Alexsss juntos; haremos un road trip genial (el segundo que hacemos) y encima pararemos en Valencia para ver a otro de mis amigos imprescindibles en la vida. Joder. Creo que me muero de feliz.

Próxima parada: felicidad infinita.

Comentarios

Publicar un comentario

Formulario de contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *