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Noëlle, 29 años. Artista de manos pequeñas. Madre de plantas y de un perro llamado Ficus. Ilustradora, diseñadora gráfica, fotógrafa aesthetics y bloguera desde la cuna.

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Os presento a Gregor

¡Hola, hola! ¡Hoy tenemos un invitado muy especial! Se llama Gregor. Y es una silla. Mi nueva y deslumbrante silla.

Sé que sólo es una silla (de Ikea) por mucho que tenga nombre de europeo cuarentón y que no repercute mucho (o nada) en vuestras vidas conocer el lugar donde mis posaderas descansan durante muchas horas al día. Pero para mí Gregor significa mucho. Significa una victoria moral en el orgullo de hermana pequeña.



Primer plano de Gregor con mi cojín corazón (aunque ahí parezca un hígado)

Sí, soy la hermana pequeña. La pequeña de la casa (sin contar a mi perra) y, como tal, he heredado las basuras de los demás. Mis padres (sobre todo mi madre) insisten en que "que vaaa, si has tenido blabla y blablableh" pero nada. Falacias. He tenido (y sigo teniendo) un montón de cosas heredadas que además odio. Y nótese que para heredar algo implica que primero se compró nuevecito para la otra persona.

Por ejemplo mi habitación. Ahora estoy en la habitación de mi hermano al cual le hicieron unos muebles (que no me gustan) a medida. Y claro, fue un pastón y es a medida, así que ni tocarlos. No puedo ni moverlos. No puedo comprarme una mesa grande de dibujo, ni un puf, ni un espejo de cuerpo entero... nada que no quepa en el esquema que ya está impuesto. Le metí un tocador y gracias.

Otro ejemplo era mi antigua silla. De mi padre. Silla negra de oficina de señor. La odiaba con toda mi alma hasta la semana pasada que por fin (y porque a mi hermano se le ha roto la silla y así mi padre le pasa la suya y él recupera la mía, ole tú) fui a Ikea y me compré lo que me salió del mismísimo papo: una silla blanca, bonita y femenina. ¡Victoria! 




Y además de mi nuevo amigo Gregor me compré una lámpara (con nombre también, aunque menos chulo) también de Ikea. Porque lo que tenía por lámpara era un heredado fluorescente que odiaba todavía más que a la otra silla. No sólo era un puto fluorescente con lo que supone esa luz en sí (¿existe una luz que te haga salir menos favorecida?) sino que además intentó matarme. Sísísí, no sólo las polillas intentan matarme. Estaba yo tan tranquila en mi habitación y ¡PAM! el plástico duro (cutre) que hacía de pantalla del fluorescente se cayó. A escasos centímetros de mi cabeza. El odio era mutuo.



Pero ahora tengo una sencilla y bonita lámpara que cuelga, con una telita que se puede quitar y lavar (importantísimo, odio el polvo que acumulan las lámparas) y con una luz LED más cálida y guay. Pronto pintaré mi habitación y diré adiós al verde lima que me ha acompañado desde que volví a casa de Londres y me lo encontré en la pared. Cuando mis paredes tengan un bonito rosa maquillaje os haré fotos de la habitación en sí con Gregor, mi lámpara no-asesina y demás.

Porque sí, doy por hecho de que queréis saber cómo es mi habitación.
Habitación que, por cierto, espero abandonar en poquitos meses.



Comentarios

  1. Jajaja, que bueno, esa lámpara asesina se merecía el destierro, bien hecho! la silla es muy cómoda, yo la tuve, el problema es que mis hijos la usaban para empujarse por el pasillo a toda velocidad cual jackass temerarios a ver quien se rompía la crisma antes, y al final la que se rompió fue la silla, parte del pasillo y media casa. Respecto al mueble horrendo heredado de tu hermano ¿has pensado tunearlo? te dejo una entrada de mi blog y de como tuneamos el mueble de la habitación de mi hija con papel de vinilo, es muy fácil, espero que te sirva, ya me contarás ;) http://www.elrincondeltrasto.com/2015/04/dormitorio-casi-nuevo-en-azul-y-rosa.html

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  2. jajaja ¡pobre silla! espero que la mía tenga mejor destino, por ahora intentaré cuidarla mucho y no usarla para hacer carreras jaja he leído tu post y... ¡es una pasada la reforma! me encantan las luces "navideñas" como lámpara, yo también uso unas parecidas y le dan más encanto a la habitación. También es chulísimo el rincón chill out (lástima que yo tenga un vértigo que me muero jaja). La pena es que mis odiosos muebles son todavía más difícil de tunear porque el armario mismamente es un mastodonte cuya puerta llega hasta el TECHO así que... muchos metros de vinilo se irían por ahí jajaja igualmente pienso mudarme de aquí no mucho tiempo y cuando lo haga estrenaré muebles a mansalva y a mi gusto :) ¡Muchas gracias por tu comentario! ¡Nos vamos leyendo! :D

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  3. Me encantan tu silla y tu lámpara nueva :D. ¡Me alegra que hayas podido elegir muebles por fin para tu cuarto! A mí también es algo que me importa muchísimo, pero por suerte he ido pudiendo elegir cosas que necesitaba y quería. Un beso :)

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  4. ¡Muchas gracias Maria! Poder elegir lo que te gusta debería ser un derecho indiscutible en la república independiente de cada casa :P ¡Besos!

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