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Noëlle, 29 años. Artista de manos pequeñas. Madre de plantas y de un perro llamado Ficus. Ilustradora, diseñadora gráfica, fotógrafa aesthetics y bloguera desde la cuna.

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Crucero por el Mediterráneo



¡Hola, hola! Hoy vengo a hablaros de la aventura, afortunada e inesperada, que me llevó a surcar el mar Mediterráneo el pasado mes de agosto. Hoy toca rememorar aquel maravilloso crucero de atardeceres imposibles, de dormir entre olas y de pisar países nuevos. ¿Me acompañáis?

Claro, os preguntaréis... ¿¡Noelia!? ¿Cómo puedes permitirte Tenerife y ahora esto? La respuesta es sencilla: no, no puedo. No puedo permitirme ni medio crucero, ni durmiendo en uno de los flotadores salvavidas. Bien por quien ahorre y pueda, pero para nosotros era algo impensable hasta que... Os cuento: todo empezó en Semana Santa, comida familiar (de mi familia política). La abuela de À es una mujer que en breves cumplirá 91 años pero eso no le impide ser toda una aventurera. Nos comentó que le haría ilusión ir de crucero otra vez (ya había ido hace años) pero que no quería ir sola. "Os invito". Bua, se nos pusieron los ojos con chiribitas. Pero claro, dijo "en junio". Meeec. "En junio imposible, no tenemos vacaciones".

Aquel oasis de vacaciones pagadas duró lo mismo que una bolsa de croquetas en mi casa: nada. Pero aquí la menda es muy de "no se escribe nada sobre los cobardes" y "por preguntar, que no quede": le sugerí a À que le sugiriera a su abuela de ir en agosto. Sí, cual Inception. No sé si avergonzarme... Claro que yo llevaba desde Semana Santa con el runrún de, ay, no le propusimos la alternativa de ir en agosto, a lo mejor le parecería bien y ya se quedó con el "no" y... no sé. Total, que para el cumpleaños de À se lo preguntó (y yo observé la escena cual master of puppets) y... ¡su abuela estalló de alegría! ¡AY! ¡Lo íbamos a hacer!

Así que la acompañamos a El Corte Inglés y allí se hizo tangible toda la ilusión. ¿El barco? El Sovereign. ¿El crucero? "Maravillas del Mediterráneo" de Pullmantur. ¿El precio? Mejor no os lo digo... ¿Y cuándo? Pues la semana siguiente de volver de Tenerife. Pasamos de un agosto 2017 de no movernos de casa y quitarnos las pelusillas del ombligo a un agosto de apenas descansar.



Ha sido agotador, no os voy a mentir. No sólo por volver de viaje y embarcarse en otro sino porque además aprovechamos la ocasión para hacernos unas excursiones (esto sí que lo pagamos nosotros): Pompeya, Roma, Florencia y Mónaco. Tanto que mostraros y por asimilar que dichas excursiones irán apareciendo en próximas entradas. Stay tuned!

Del salitre del Mediterráneo me quedo con muchas cosas: las vistas, el todo incluido (más pedo que Alfredo 24/7), la compañía, los espectáculos, el servicio, la comida, las vistas otra vez... pero también me quedo con recuerdos más agridulces: la puta gente -maleducada como ella sola-, la masificación que no nos permitió comer solos en una mesa ni un día ni ninguna comida... ¿Veis la piscina? Apenas me sumergí en ella tres ocasiones en toda una semana porque era imposible. Como sardinas. ¿Las tumbonas? Te dicen por activa y por pasiva que está terminantemente prohibido reservarlas, pero ya sabéis que es muy español decir "ya me dirán algo"; y no, no decían nada. Así que: anarquía

Y los niños. Ay, los niños. Volví a casa con las trompas de Falopio grapadas. Últimamente estaba en sintonía con mi instinto maternal (que yo consideraba nulo) entre ser mamá de Ficus y haber pasado un sábado en el Tibidabo con los primitos pequeños de À. Pero nada, bastan los cuatro críos de mierda que son consecuencia de padres a los que tirarías por la borda y... ugh. Así que, en general, descansar no descansas igual de bien que en Tenerife (por ejemplo) y parte de las delicias de un crucero no puedes disfrutarlas si hay colas de gente amargada que ni de vacaciones relajan el ojete. Tal era la hostilidad para encontrar sitio en cualquier cubierta que, levantándose la abuela de À de un sofá -con su bastón, la pobre- una señora se sentó sin dejar que acabara de salir cómodamente de esos asientos. Sin vergüenza ninguna eh.



Una vez dicha la bilis, ¡sigamos con cosas buenas! La comida. Ay señor. Comí súper bien en el crucero. Bueno, sobre todo cené súper bien. Para comer era buffet libre y bueno, sin más, estaba bien. Pero las cenas, ay ay ay. Infinitas cosas positivas: la mesa estaba asignada por lo que toda la semana cenamos con la misma familia (y, aunque los primeros días fue raro, acabamos siendo amigos). La comida era deliciosa ya que el menú estaba diseñado por Paco Roncero (2 Estrellas Michelín); de verdad, ¡qué rico todo! Y salvo un par de platos todos tenían unas cantidades muy dignas. Cené sobre todo opciones vegetarianas porque eran las que se me antojaban más deliciosas (¿Estáis viendo la ensalada de kale con aguacate? Me muero). Probé cada noche algo distinto (algo insólito en mí, junto al tema de socializar y tal... ¡no me reconozco si pienso en estas vacaciones!) y... no puedo seguir hablando de comida sin llenar el teclado de saliva.

¿Y nuestros camareros? Nuestros camareros fueron increíbles nivel nos hicimos una foto con ellos de despedida, de verdad. Los pobres, por si no lo sabéis, se tiran meses en el mar. No vuelven a casa tras una semana de crucero, no, se despiden de nosotros y ese mismo día empiezan la ruta de nuevo con otras personas. ¡Qué horror! Al menos luego tienen meses de vacaciones pero... es un trabajo muy duro y aún así prácticamente todo el servicio (siempre hay alguna excepción) se implican muchísimo y son maravillosos.

Pese a que ese "todo incluido" va con la trampa de no incluir todas las marcas, snacks o "caprichitos" (y volvemos a sentirnos plebe en un sitio de lujo con los que tienen pulserita premium y los que no) no eché de menos tener la dichosa pulsera entre los mojitos, gin tonics, copitas de vino, pizzas y hot dogs a cualquier hora del día. En mi defensa diré que obviamente los cubatas iban muy poco cargaditos, pero sí, todo el día alegre como un cascabel. Lo que sí eché de menos fue el WiFi. No sabes lo mucho que puedes llegar a echar de menos el WiFi hasta que estás atrapado en un sitio sin cobertura y el WiFi es de pago. Ladrones.



El teatro y el elenco artístico del Sovereign fue de lo que más me gustó. Unos espectáculos increíbles, tanto en el interior del teatro (sí, hay teatros dentro de barcos) como en el bar/casino (donde, por cierto, me pidieron el DNI porque la cara de niña aún no se me ha ido a pesar del cuarto de siglo). Música en directo, voces de escándalo, bailarines súper expertos... El verdadero lujazo de esta experiencia es poder tener tan al alcance (y sin pagar de más) tanto talento. Para el cierre del crucero hicieron el espectáculo de "Movida en los 80" con música de la época y, de verdad, ¡qué bien lo pasé!



Hasta acabar reventada.



Sólo tuvimos mala mar un día (y no fue para tanto, compré Biodraminas pa' ná).



De todos los puertos me quedo con Villefranche. La Costa Azul de Francia es de otra planeta, no concibo que exista gente que se pueda permitir vivir en un entorno idílico de película. Menudos privilegiados.



Insisto: los atardeceres en el mar... ¡qué fantasía! El barco zarpaba con los últimos rayos de Sol y el cielo se teñía de una paleta de colores única que se reflejaba sobre el Mediterráneo. Todo un espectáculo.



Atardecer en tonos pastel (foto sin filtros, lo juro).



¿Y qué más os puedo decir? Que fui muy afortunada por vivir este regalazo y que los recuerdos junto a Paquita son impagables. Si queréis ver más sobre esta aventura pasaos por mi Instagram, Stories destacados de emojis barco + ancla. ¡Y estad atenta/os a las próximas entradas para veniros de excursión conmigo por las ciudades y países que fui visitando!

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Comentarios

  1. El mar me produce auténtico terror y para mí sería impensable hacer un crucero, pero ¡ese azul! Me muero, me encanta el azul que domina esta entrada y de nuevo me he quedado hipnotizada con los gifs. Me gusta mucho que los incluyas por el toque diferente que le dan al blog.
    Qué bien que pudierais ir, tanto por vosotros como por la abuela de À, seguro que la mujer estaba encantadísima :)

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    1. ¡Muchas gracias bonita! No siempre tengo material como para un gif decente pero... siempre que puedo me gusta incluirlos. ¡Yo también creo que le dan un toque diferente! El mar siempre da respeto, mucho, pero la verdad es que el lugar es taaan grande (hay tiendas y todo) que no llega a agobiar del todo. ¡Gracias por pasarte! ¡Un besito!

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  2. Bueno bueno que recuerdos me ha traído este post. Al final de curso de 1º de bto, mi instituto organizó un crucero como este, por el mediterráneo y para haya que fuimos. He de decir que a esas edades seguramente los que "molestaríamos" en más de una ocasión posiblemente seriamos nosotros... Pero también recuerdo que los que se alojaban en la habitación del al lado eran gente algo turbia, niños, piscina petada, no tuvimos suerte y las cenas bastante malas y escasas.
    Entre la masificación, que el camarote era interior - y un día de mala mar casi morimos ahí sin aire fresco - y que en las excursiones apenas te da tiempo a ver ni la mitad de la ciudad (siempre me iba con la sensación de "ojalá un par de días más aquí") y las prisas al volver al barco... Definitivamente es una experiencia, en la que me lo pasé muy bien (porque: amigas, 17 años, dancing queeeeeen), pero que a día de hoy no repito. Prefiero marcarme un viajecito Florencia + Roma antes que volver a meterme en el barco (y, probablemente, quizá saliera más barato xD).
    Me alegro mucho que tu te lo pasaras tan bien y flipo con la vitalidad de la abuela de À.

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    1. ¡Uf! Por suerte nuestro camarote era exterior, me hubiese agobiado muchísimo en uno interior... Yo también coincido con que tiene esa parte un poco agobiante de abarcar mucho y quedarte sin disfrutar las cosas al 100% por lo que no repetiré la experiencia de forma muy seguida (y a veces es mejor eso, irte un par de días a una ciudad en concreto y ya está). ¡Y sí! ¡Su vitalidad es envidiable! Ojalá todos llegásemos así a esas edad, de verdad. ¡Gracias por pasarte y contarme tu experiencia! ¡Un fuerte abrazo!

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  3. ¡Qué pasada las fotos! El gif del mar y el espectáculo me ha en-can-ta-do.

    Yo me iría de crucero (adults only jeje) solo por las vistas y por poder explorar más de una ciudad sin el estrés que supone tener que ir cargando con el equipaje + coger trenes/aviones/autobuses.

    Qué afortunados sois de tener a Paquita, menudo regalazo, estoy deseando ver las entradas de las excursiones que hicisteis <3

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    1. ¡Muchas gracias cuqui! Sin duda mi próximo crucero será adults only; a veces tienes suerte (como nosotros en Tenerife) de no cogerlo adults only pero que no te molesten en absoluto y otras veces... en fin. Mejor no jugársela para dos semanas que hay al año jajaja. El no tener que cargar con maletas para hacer todo el turisteo productivo de estar unas cuantas horas en cada sitio fue bastante guay, la verdad. ¡Seguro que te gusta! ¡Un besote!

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  4. Que fotos más bonitas.

    Me iriá de crucero sin pensarlo. SI pudiera, jeje. Que suerte que os invitara la abuela de Á, y que bonito vivirlo con ella <3

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    1. ¡Muchísimas gracias! Sí que fue una gran suerte, ¡aún no me creo haber sido tan afortunada! ¡Un besito!

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  5. ¡Tía que pasada y viva la Paqui! Me encantaría irme de crucero algún día, pero si que me da un poco de palo la cantidad de gente que puede llegar a haber, y que estemos como latas de sardinas en la piscinita jaja estoy deseando leer las próximas entradas sobre este viaje.

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    1. ¡Paquita es la mejor! Tengo entendido que si vas la última semana de agosto (ya tocando septiembre) o, en general, en un mes que no sea pleno agosto, no es tan agobiante la sensación de gente. Yo es que estaba obligada hacer mis vacaciones esos días así que... no había otra :( pero ojalá en los próximos veranos poder hacerlas en algún momento que no sea rondando el 15 de agosto, ¡que hasta los aviones se estropean! ¡Gracias por pasarte! ¡Besotes!

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  6. Acabo de ver las historias de la conversación con tu madre, te ha descubierto que linda!

    Y que viaje, la verdad no se si iria a un crucero alguna vez porque el tema de estar encerrados como sardinas no me llama demasiado, pero son experiencias diferentes y me alegra que la hayas pasado genial.

    Como siempre me gustaron muchisimo las fotos, un saludo enorme (y mimos para el guapo de ficus) desde EEUU ✌🏼

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    1. ¡Jajaja sí! ¡Fue muy divertido! ¡Gracias por pasarte, por comentar y por leerme desde el otro lado del charco! ¡Y por los mimitos a Ficus! Yo se los hago llegar de tu parte. ¡Un besito!

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  7. Me encanta esa emoción que transmites en cada uno de tus post, ¡leerte ha sido como estar allí! <3 Me ha ENAMORADO la foto del atardecer con las gaviotas y, casualidades de la vida, hace casi una década estuve EN ESE MISMO BARCO. Cuando mi abuela cumplió 85 años nos fuimos toda la familia de crucero para celebrarlo y fue increíble. Eso sí, me gustaría repetir la experiencia una vez más en la vida porque por aquel entonces era menor de edad y tenía los cócteles vetados xD Recuerdo también que los camareros eran majísimos (a uno lo tengo en Facebook, jajaja) y visitar Roma y Florencia <3 La única pega: el último día, el "día de navegación". Hizo muy mala mar y la moqueta del barco estaba, literalmente, llena de vomitonas. Ese día entendí porque los pasillos tenían barandillas, jajaja.

    ¡Un besote Noe!

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    1. PD: Igual lo sabes ya... pero por si acaso te lo digo: el Sovereign es el barco protagonista en la película "Yucatán", que está ahora en cartelera. Aún no la he visto y no puedo decirte qué tal está, ¡pero seguro que merece la pena aunque sea por volver a revivir experiencias como las nuestras! ^^

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    2. ¡Qué guay! La verdad es que me encantaría ir toooda la familia en algo así (además que así seguro que no te sientan con desconocidos para rellenar mesas grandes jajaja). Pero qué mal el último día, en mi caso también hizo mala mar el último día pero no vi ninguna vomitona (MENOS MAL), y también el día de navegación fue el primero, no el último. Tienes que repetir experiencia pero con cócteles, guiño guiño. ¡Y sí! Vi el trailer y reconocí el Sovereign y me puse en plan AAAH ES EL NUESTROOO TAL CUAAAAL y me hizo muchísima ilusión :D ¡Un besito bonita!

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  8. A pesar de ser cero fan de estar encerrada en un lugar (por grande que sea) sin poder salir, y tan apiñada con gente... Me parece toda una aventura impresionante. Está muy bien saber lo bueno Y LO MALO de este tipo de experiencias, así vas más preparada para lo que puede pasar. En líneas generales la idea me atrae mucho, espero poder vivir algo parecido dentro de pocos años :)

    ¡Precioso post, lleno de fotos increíbles! ¡¡Besos!!

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    1. ¡Muchas gracias Alba! Sí, creo que es importante ser consciente de todas las características de una experiencia así. A mí me pilló en buen momento en cuanto a ansiedad y tal, pero quizás en otro momento llego a la mesa y me encuentro con que tengo que cenar con desconocidos y de los nervios me da un parraque, sólo por la "sorpresa". Espero que algún día puedas subir a bordo, ¡creo que te sentaría genial y lo pasarías en grande! (son taaantos días que te acabas acostumbrando muchísimo a la vida en esa mini ciudad). ¡Un besito!

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  9. ¡Ojalá poder irme de crucero yo también!

    Bueno, lo primero, la entrada, las fotos, tu manera de expresarte... ¡Genial como siempre!
    Me encanta como has transmitido todo y me has dado muchisimas ganas de montarme en un barco rait nao.
    Me alegra un montón que lo hayas disfrutado y que hayas decidido compartirlo con nosotras.
    ¡un beso!

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    1. ¡Muchas gracias Sarapa! Conociéndote creo que esta experiencia deberías vivirla sí o sí. Es que el faranduleo, la barra libre, el musicote en directo... ¡TE ENCANTARÍA! A hacer hucha, ya sabes. ¡Un besito!

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  10. Con retrasito pero la misma ilusión de siempre me paso por aquí para decirte lo muchísimo que me gusta cómo compartes tus experiencias con nosotras.
    Sobre todo por cómo nos cuentas que "eh! me he ido de crucero PERO... no todo es rosa"
    A un crucero jamás he tenido la oportunidad de ir pero de esta forma, tal y cómo nos lo cuentas no es algo por lo que vaya a pagar... no ´se hay otro tipo de viajes que me llaman más la atención, así o me viene caigo del cielo por una oportunidad tan genial como la que has tenido tú o... me da que no.

    tus fotos son maravillosas, desde esos espectaculares atardeceres (OMGGGGG) hasta tú tumbada boca abajo (que técnicamente tú no has hecho esa foto pero como sales es de mis favs) aunque me tengo que quedar con la última, es DIOS! ME ENCANTA, tu pelo ondeando al viento, la inmensidad del océano, tu bañador blanco... <3 preciosa. (y los dos colores -azul y naranja- de la piscina petada de gente también me gusta muchísimo)

    ¡un besazo enorme!

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    1. Aaaw muchísimas gracias amor. Siempre que te leo por aquí me inflas los mofletes de felicidad. Yo creo que sobre todo esta experiencia es GUAY si vas con mucha gente. Toooda la familia o algo así. Te garantiza bastante no sentarte con desconocidos, los camarotes suelen estar contiguos (cuando haces las reservas juntas) y no sé, en eso sí que es guay y es una experiencia chula. ¿Para ir dos? Creo que ni de coña, y menos en pleno agosto. Muchas gracias por leerme con tanto amor y por... TODO. (Estoy nerviosa, ¿por qué será?) ¡BESOTES!

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