¡Hola, hola! ¡Vuelta a las andadas! ¡Cómo me apetecía hacer una entrada de shopping! (e ir de compras, todo sea dicho). Hoy he llegado a casa después de trabajar (asfixiada de calor) y, en vez de hacer la Liga Pokémon de mi Pokémon Zafiro Alfa, he cogido la cámara y he fotografiado el botín del domingo. 

Sí, domingo. Me he aficionado a comprar los domingos en cierto centro comercial que abre también en festivos. Fuimos dos parejas muy frikis a disfrutar de un buen UDON y luego de una buena tanda de shopping. Bueno, nosotras hicimos shopping. Ellos capturaron Pokémons a lo largo y ancho del centro comercial. Y también nosotras sacábamos el móvil corriendo cuando se escuchaba un "¡Hay un Bulbasaur!". Frikis y sin batería, así es este pequeño grupito.

Conseguimos un buen botín y además me sobró dinero (del que había ahorrado para la shopping-ocasión). Y sólo me quedan tres días para tener vacaciones. ¿¡PUEDO SER MÁS FELIZ!? ¡Además el sábado capturé un Pikachu mientras comía un delicioso arroz negro al lado del mar! ¡Un Pikachu! Sin más dilación (ni frikadas) os presento el botín de domingo. He tirado el ticket pero... todo era y es muy barato.

Camiseta bonita de dientes de león del Bershka

¡Hola, hola! Lo prometido es deuda y, a punto de cumplir 5 meses desde que me mudé con mi chico al piso de nuestros sueños por fin os abro las puertas de éste, nuestro nidito de amor (ahora por fin, 99% amueblado - siempre faltará algún cambio o puñetita-)

Como ya os comenté aquí, en la entrada que anunciaba la gran mudanza, estamos viviendo un sueño. Para los que aún no se han estrenado en la trepidante aventura de "independizarse" aquí os dejo unos

- Entra en los principales portales de inmobiliarias cada día, y preferiblemente a primera hora de la mañana.

- No tardes ni un segundo en contactar con un piso que te guste/cumpla con tus necesidades.

- Ten muy claro lo que quieres, dónde lo quieres y tu presupuesto máximo.

Aún así, puedo garantizarte que será duro. En nuestro caso fueron dos meses de visitas canceladas, anunciantes que no contestan, pisos que en persona no acaban de convencer... En fin, es toda una prueba de fuego para tu paciencia y perseverancia. Pero tiene su recompensa.

Nuestra recompensa es un hogar de ensueño. Muchas noches, antes de caer en los brazos de Morfeo, diseñaba en mi cabeza cómo sería mi primer piso perfecto. El sitio al que me mudaría sin dudarlo ni un segundo. Y una vez más, la vida, ésa que te sorprende para bien o para mal, me ha regalado una realidad mucho mejor que mis bocetos mentales.

Sin más dilación: os abro las puertas. ¡Bienvenidos!