Serpientes bonitas

¡Hola, hola! Así, como siempre, como suelo ser yo, con el pito en el culo (???). Empiezo de nuevo: os escribo bajo el estrés pre-viaje de querer hacer esto, esto y esto de mi lista de cosas que hacer además de tener más que subrayado las cosas que NO puedo olvidarme y aún así sufrir porque falte algún imprescindible más. Voy cagando leches (en serio, las expresiones de este, nuestro idioma, son demasiado gráficas) para deciros que estoy feliz y llena de ilusión por la escapadita romántica de cuatro días que empieza mañana. ¡Vamos a conquistar la capital! A comer bocatas de calamares, visitar museos, hacer mil fotos, ver el musical del Rey León (AI) y ver adorables pandas en el Zoo de Madrid (AI, AI). Y como guinda del pastel abrazar a Patri y a Blanca, mis nenas madrileñas. Me tiemblan los dedos, no sé si de emoción o de mira-la-hora-que-es-y-aún-tienes-que-hacer-la-puñetera-maleta.