Hoy os traigo un breve y sencillo
tutorial que os puede resultar muy útil, ya sea para darle un uso productivo o simplemente para
matar el tiempo. La idea en sí me la dio mi querida
Núria (de Enealteclado) hace
años cuando yendo de compras se detuvo a comprarse una
goma de borrar bien grande para hacerse un
sello.
Y si la idea es de hace años... ¿por qué hablar de ello ahora? Pues en resumidas: he utilizado esta técnica para un proyecto actual y me sobraba una de las
arcaicas gomas que he encontrado por casa.
Sólo necesitaréis una goma de borrar, evidentemente, y una gubia. La goma puede ser vieja, dura, sucia y casposa como la mía o una recién comprada. Ésta es una de las virtudes de esta manualidad: es bueno, bonito y muy barato. La gubia la encontraréis en cualquier papelería o tienda de manualidades. Como tinta podéis utilizar cualquiera pero siguiendo la línea de lo barato que es este tutorial entintaremos con rotuladores.