En vísperas eurovisivas como buena eurofan necesitaba compartir con vosotros esta entrada. Desde bien pequeña me gusta cualquier evento/espectáculo artístico que incluya música, coreografía, interpretación... y Eurovisión es algo así como el eventazo del año en el que disfruto como una jabata de todo el faranduleo junto. Lo limito a una única noche anual, la gran final, porque si tengo que estar con todos los sentidos absorbiendo cada plano de cámara, cada nota y cada meme que sale por Twitter más de una noche pues... desfallezco, sin más.
Lo vivo muy intensamente como buena friki que soy, y es que creo que si hay algo que te apasiona tienes que vivirlo
al máximo. Por eso no me avergüenza poner boquita de piñón y pómulos bien hinchados cuando suelto un
"pues a mí me gusta" dentro de una
conversación hater anti-Eurovisión.
Me gusta y me gustará siempre; y me gusta disfrutar de esa noche con mi pareja, amigos, comida y vino... y
Twitter. Porque ya tengo una
power bank cargada por si la noche de mañana se me va de las manos. Estaré en
Twitter dándolo todo
entre mayúsculas e histerismo, y los haters de Eurovisión
os podéis ir a cagar podéis ir silenciándome durante un par de horitas.
Hay eurofans que alargan el evento no sólo desde las semis sino desde que cada país presenta sus candidaturas. Yo, todo lo contrario, evito ver o escuchar cualquier cosa que me cree expectación o prejuicios. Por lo tanto os podéis imaginar que mi hype por mañana está a rebosar. Es que joder, me muero de las ganas.
Y para calmar un poquito esas ganas que me queman por dentro no sólo he querido escribiros estas líneas sino haceros partícipes de mis top 15 (no he podido limitarlo a 10) de las últimas décadas. Porque estamos casi en 2020 y ya tengo que usar décadas en plural, Dios mío la vejez. Podréis observar que encabeza la lista el más "antiguo" y mi absoluto favorito que me convirtió al eurofanatismo hasta la médula. También habrá mucha Suecia porque si hay alguien que se ha pasado Eurovisión son los suecos. También veréis años repletos de favoritos y años totalmente en blanco, porque reconozco que he tenido años muy haters de no guardarme en la memoria ninguna actuación relevante. Habrá ganadores y no tan ganadores, pero todos ellos tienen en común mis mil millones de visitas en YouTube.
Me gusta pensar que no soy la única que pasa noches rememorando sus favoritos eurovisivos con un gin tonic bien fresquito en la mano. ¡Disfrutad de mis all star!