¡Encantada de conocerte!

Noëlle, 29 años. Artista de manos pequeñas. Madre de plantas y de un perro llamado Ficus. Ilustradora, diseñadora gráfica, fotógrafa aesthetics y bloguera desde la cuna.

¿Qué quieres leer?

Si amas tu trabajo, nunca trabajarás

Recuerdo la primera vez que empecé a vislumbrar cual quería que fuera mi camino por la vida. Era 3r de ESO, y hasta entonces mi futuro era borroso y... "típico". Decía que quería ser veterinaria, o periodista, o "algo de eso". Lo "típico". No es que me apasionara nada en sí de esos oficios, de esos futuros, pero siempre he sido una chica de buenas notas y para mis profesores mi futuro era brillante. Pues tan brillante me lo pintaban que me quedé ciega y no podía ver. Pero, un día, en dicho curso, al rellenar la típica encuesta que te hace la tutora, algo cambió en esas típicas respuestas. ¿A qué te quieres dedicar de mayor? "Algo relacionado con arte", contesté. Seguía siendo algo totalmente indeciso pero, por primera vez, podía dibujar (y nunca mejor dicho) un camino el cual seguir. Después, todo vino rodado. Me apasioné por la fotografía y PAM, ya está, quería ser fotógrafa. Quería estudiar Bachiller Artístico, lo cual, para muchos de los listillos de mi clase que tanto iban a seguir con esas súper profesiones de abogados-periodistas mi decisión artística era motivo de risa. Una profesora intentó persuadirme de que me dedicara al mundo de las letras, cosa que por cierto, siempre me planteé como una segunda opción porque desde luego me gustaban mucho. Pero tenía claro que yo no encajaba en ningún otro lugar, que a pesar de ir a contracorriente estaba yendo en la dirección adecuada. Lo supe en cuanto volví a ver aquella encuesta que rellené y el "Algo relacionado con arte" estaba subrayado por la tutora. Me hizo feliz ver mi respuesta, y ese era mi camino: la felicidad.
Me di cuenta de que no quería vivir para trabajar, sino trabajar para vivir; lo justo. No quería ser una de esas personas que quizás tienen un sueldo envidiable pero en cambio no lo disfrutan en absoluto. No quería ser infeliz, sólo quería crear. La idea de crear me fascinaba, ya sea mediante dibujo/diseño como escritura. Era mi objetivo, igual que tenía clara la idea de ser mamá algún día. Crear, dar vida. El sentido de mi vida estaría en dejar trozos de ella por el camino que me recordaran aunque yo ya no esté.

El camino no fue fácil. No es fácil dibujar y crear de la nada, no es fácil comunicarse mediante el arte y poder transmitir lo que se quiere transmitir. Tampoco es fácil lidiar con los prejuicios sobre una carrera artística, pero por suerte he tenido los mejores padres del mundo que me han apoyado sin dudarlo, que nunca me han sugerido "ser otra cosa porque por notas podría serlo". Conozco varias personas que querían seguir mi camino pero la presión de familiares, profesores, amigos y demás gente que te puede señalar y menospreciar por elegir "una carrera para tontos" han hecho que hoy en día estén en la universidad haciendo periodismo o derecho (como no).

Y sí, he tenido clases llenas de gente inadaptada que estaba ahí por ser lo fácil, por pasar el rato, que no llegaron muy lejos. Pero también hay gente que, como yo, empezó a descubrir cual sería el camino definitivo en el arte. Dibujar me gustaba, pero no como para hacerlo a todas horas. La fotografía me encantaba, pero me agobiaba la idea de estar siempre al otro lado de un objetivo. Y de repente, terminando el último año de bachillerato, apareció el camino definitivo: diseño gráfico. Era hecho a mi medida: muchas disciplinas, siempre haciendo algo diferente; incluyendo ilustración y fotografía, creando y dando vida...

Empecé hace dos años los que serían mis dos mejores años académicos. Me enamoré profundamente de lo que había decidido ser y de todo lo que descubría día a día: tipografía, packaging, imagen corporativa, audiovisuales... ¡Diseño web! ¡Aquello en lo que me enfrasqué hace años y por lo que conocí a mi mejor amiga! El flechazo fue definitivo; a pesar de no ser nada fácil ni ningún camino de rosas, a pesar de las horas y horas de frustración que conlleva crear de la nada y llegar hasta una idea definitiva, a pesar de todo lo malo que pueda acarrear... amo mi trabajo. Por lo tanto, no es un trabajo para mí, es simplemente el camino que ha tomado mi vida hacia la felicidad.

Y todo esto para deciros que por fin he creado mi portafolio profesional con los trabajos de los últimos años (algunos poquitos de bachiller, algunos poquitos de primero de diseño y bastantes muchos de segundo; además de todo lo que he ido haciendo por mi cuenta). ¡Espero que os guste! Pero sobretodo, que les guste a los estudios donde pediré prácticas los próximos días *crucemos los dedos*





Comentarios

Formulario de contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *