¡Encantada de conocerte!

Noëlle, 29 años. Artista de manos pequeñas. Madre de plantas y de un perro llamado Ficus. Ilustradora, diseñadora gráfica, fotógrafa aesthetics y bloguera desde la cuna.

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Camarero, una de shopping

¡Hola, hola! Blogueo en pijama y con tacones puestos, pero tranquilos, todo tiene explicación en la vida (excepto el final de "How I met your mother", eso no hay quien se lo trague). Estaba limpiando mi habitación después de varios días secuestrada en la vida marital junto a mi futuro maridito cuando mi madre ha venido con una caja de zapatos, bambas y manoletinas desastrosas de hace mil millones de años. "Lo puedo tirar todo, ¿no?", pues claro mamá, eso ya no hay quien se lo ponga (a pesar de que mi número de pie es el mismo o, peor aún, ha menguado, pero esto ya encontrará explicación más abajo). Pero ¡EH! ¡Un momento! ¡Pero si son mis zapatos de tacón de baile! Y, embriagada por la nostalgia y un "trae, estos no se tiran", me los he calzado y aquí sigo, haciendo una pausa de limpiar para bloguear con mucho estilo.

Pero yo no quería bloguear sobre mi incoherente atuendo, quería escribir sobre algo más viral y menos interesante todavía. Sí, algunas compritas. Ya me conocéis... Desde junio tengo fotos de algunas compras y nuevas adquisiciones, ¡regalos incluidos! peeeero la fascinación por veranear y no-hacer-ni-el-huevo han podido conmigo. Pero (¿pero cuántos "peros" he puesto ya?) nunca es tarde si la foto es buena, ¿no? No me enrollo más que bastante sin-sentido es esto ya.



Primero os quiero presentar el reloj que me regalaron mis padres por sacar un 9 en el Proyecto Final de Grado *aplausos* De hecho, lo podéis ver en las últimas fotos por Madrid. No me esperaba ningún regalo porque nunca me han premiado por las buenas notas (era el pan de cada día *insertar risa de empollona*) + inciso, han pasado dos horas desde que escribí el primer párrafo, me he puesto a limpiar y... + en fin, que me encanta, nunca había tenido un reloj bonito que me dieran ganas de usar cada día. Excepto con cinco años, y el reloj era de la Barbie. Éste es Calypso, y rosita. Cuqui, como su dueña.



Más cosas. Mis bambas Mustang negras están más que rotas y me compré unas ortopédicas en Bosanova. A mí no me va nada mal crecer unos centímetros. Son beige y con toques dorados, me gustaron mucho mucho pero apenas las he podido usar porque son más para otoño (tan sólo una palabra: CALOR). Y sé que rompe el corazón leer esto, pero el perfume, mi primer perfume que presenté por aquí, se acabó hace unos meses. Pero que no cunda el pánico, tengo perfume nuevo, también de Marc Jacobs, y una edición limitada. Y después de oler Honey de Marc Jacobs, me apuesto lo que queráis que seguiré utilizando Marc Jacobs durante una buena temporada.



¡Aquí quería llegar yo! ¡El verdadero motivo por el cual tenía ganas de bloguear! Me enamoré perdidamente de estas Vans con sólo mirarlas. ¿Y sabéis qué? Toda mi vida calzando un 36 arriba y abajo (que si 35 aquí, 37 allá...) y ahora van las Vans -tengo un humor muy sofisticado- y resulta que me van como un guante... con el número ¡34! Pero bueno, pie menguante o no, aquí están; florales, preciosas. ¡Han vuelto las Vans a mi vida!



Y para culminar esta entrada tan apasionante, de éstas que le encantan a mi mejor amigo (ese que aparece en las fotos de la entrada anterior), os enseño unas compras-regalo por mi santo. Porque sí, soy una santa y mis padres lo celebran. Y nótese, por favor, ¡por favor!, lo morenita que me he puesto. A un lado top y shorts del Bher... Bersh... ¿Bershka, no? -he tenido que googlearlo- para darlo todo este sábado por la noche. Bueno, y otras noches. El short en cuestión oh-Dios-mío me encanta. Llevaba tiempo buscando unos shorts de tiro alto y ninguno me quedaba bien (demasiada desproporción entre culo-cintura). Pero éstos son comodísimos. Me encantan. Los he puesto a lavar y ya los echo de menos. No digo más. Y al otro lado no es que mi cuerpo esté en venta *ba dum tss*, es que llegué a casa y me encontré una crema de cacao de The Body Shop que huele que alimenta y va increíblemente bien. Sobretodo para las estrías (¿dejaré de ser una cebra? ¡ya os diré!).

¡Y hasta aquí hemos llegado! Quiero culminar la entrada mandando un fuerte beso a mi Sis, mi querida Joana. Espero que lo leas y sonrías mucho mucho :) Love you!

En una semana estaré por Francia :D ¡Esperad impacientes al aluvión de fotos que habrá por aquí! Au revoir!

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