¡HOLA! Así, en mayúsculas, negrita y una gran sonrisa. Llevo unos días de mucho ajetreo social exprimiendo al máximo la visita de mi más mejor amigo por aquí; la tierra a la que pertenece, de la que nunca debió marchar y a la que volverá definitivamente de aquí poco tiempo. Por lo tanto os dedico una entrada 100% de #Tiempo, de actualización de vida, de "pues así me va".
El domingo fuimos al Tibidabo un buen grupito de personas fantásticas: yo, por supuesto, modestias aparte; mi novio, su mejor amigo, su mejor amiga y mi mejor amigo patata. Faltaba un hueco indispensable: mi mejor amiga, mi Sis, pero sé que ese día estaba feliz concluyendo un magnifico fin de semana en un camping y bueno... a ella se le perdona TODO, aunque aún así me permito el lujo de decir públicamente que la echo de menos y que a ver si movemos nuestros respectivos culos de una vez para vernos prontito.
Hacía muchísimos años que no iba al parque de atracciones de Barcelona (el año pasado fui por primera vez a Port Aventura como os relato aquí) y aunque sea pequeñito y "poca cosa" en comparación al segundo parque mencionado lo pasamos de lujo, casi sin colas, un día estupendo y muchas risas (y gritos, toneladas de gritos... sólo míos). Además las vistas son inmejorables: la mejor ciudad del planeta a tus pies.
Y ayer, aún con el tibicansancio acariciando mis tibipiernas, pasé el día con mi valenciano favorito. Sí, aquel que vino a Barcelona sólo para abrazarme por mi cumpleaños. Aquel que llamo mamut desde los catorce añitos. Borja hizo una visita exprés a mi bonita ciudad por motivos laborales que esperemos que den buenos frutos. Y aunque los frutos sean malos (como las peras, odio las peras) pudimos pasar un día breve pero genial comiendo en el delicioso Taco Bell y frikeando por Norma Comics, además de hacernos un montón de fotos por las mediaciones del Parc de la Ciutadella con un MacBook. ¿Qué es eso de palo de selfie y móviles? Un MacBook y un brazo es tooodo lo que se necesita.
Borja escenificando el Arc de Triomf detrás de mí. Atrezo. Arte.
Me despido por hoy, con toda la belleza de ser una persona fantástica (modestias aparte, recuerdo) para celebrar una discreta verbena con mis dos Alex, Jordi y un perro tan o más asustado que yo a los petardos. Y grandes bocatas de Subway. He engordado un par de kilos estas semanas y no sé de qué será...
P.D.: Mañana es el santo de mi Sis, aunque lo de "santa" no lo veo tan claro... :P
¡Sed felices!
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