¡Hola, hola! ¡Feliz día de los enamorados! Para conmemorarlo hoy os traigo al blog una rica receta de galletas de mantequilla que podéis preparar en pareja. ¡Para derretirse!
San Valentín es un día más y el amor hay que demostrarlo, cuidarlo y expresarlo 24/7 a lo largo del año... ¡pero hoy os merecéis tener una cita! (cualquier excusa es buena). Los planes de pareja (o citas) pueden ser ir al cine, cenar fuera, dar un paseo... y en convivencia además pueden ser una tarde de domingo de hornear galletas y jugar a videojuegos mientras éstas se enfrían. El amor no necesita edulcorantes artificiales y estas galletas de mantequilla sólo necesitan los ingredientes adecuados y mucho mimo... ¡nada más!
Corazones de mantequilla
(20 unidades aprox.)
Necesitaremos:
- Moldes de corazón (opcional)
- 250 gramos de mantequilla sin sal
- 150 gramos de azúcar
- 400 gramos de harina de trigo (en la práctica resultaron ser 500 g)
- 1 huevo
- 1 pizca de sal
- 1 pizca de canela / 5 gotas de aroma de vainilla (opcional)
Elaboración:
El primer paso para cocinar estas ricas galletas en pareja será batir la mantequilla y el azúcar. La mantequilla debe estar un poco derretida para facilitar este proceso, para ello la podemos meter en el microondas a baja temperatura (importante) y menos de un minuto. Podemos ir calentando poco a poco hasta conseguir una textura más maleable.
Una vez mezclada la mantequilla y el azúcar añadimos también la pizca de sal y la canela o las cinco gotas de aroma de vainilla (en nuestro caso las hicimos con este toque de vainilla y no de canela, ¡al gusto!) y también añadimos el huevo. Nota: se recomienda abrir el huevo en un cuenco aparte para no estropear la mezcla en caso de que esté malo y/o pueda caer alguna cáscara.
Quedará una pastita pegajosa muy lejos de ser una masa (todavía). Lo siguiente será añadir la harina poco a poco, muy poco a poco. Y mezclando. En este paso subimos de los 400 gramos de la receta original a 500 gramos ya que eso dependerá de cómo se vaya formando la masa y cómo absorba la harina.
Os debería quedar una masa gigante de galleta que no se os quede pegada a los dedos. A medida de que se añade la harina la masa será más difícil de remover, a partir de ese punto utilizad las manos y amasad con mucho amor. Una vez conseguida la monstruosa mole galletil la tapamos con film transparente y la dejamos reposar media horita en la nevera.
Pasada esta media hora precalentamos el horno a 180 grados unos 10 minutos. Mientras... ¡toca hacer galletitas! Podéis ir rompiendo la masa en bolitas y aplastarlas con las manos (en nuestro caso no ha hecho falta rodillo). Es importante que no las hagáis excesivamente finas porque sino será difícil desengancharlas del film transparente o la superficie (plana y limpia) en la que estéis trabajando. Las nuestras han salido de 1 centímetro de grosor aproximadamente.
Ponemos papel vegetal para horno en una bandejita y vamos colocando nuestras creaciones. Aniquilamos la masa en dos tandas de horneado y salieron 21 galletas con forma de corazón + 1 con forma redondita y aplastada.
Id vigilando el proceso de horneado, entre 10 y 15 minutos estarán listas. Sólo tienen que dorarse ligeramente los bordes, cuando estén así las retiramos y las dejamos enfriar sobre una rejilla (la rejilla de calentar las pizzas, vaya).
¡Tachán! Ahora podéis decorarlas y/o llenarlas de Nocilla hasta los topes, aunque honestamente... ¡no les hace falta ningún aderezo! Las galletas saben igualitas a las danesas, esas cuyas latas abrimos con ilusión y nos decepcionamos al encontrarnos kits de costura. Mismo sabor pero tamaño descomunal y amor infinito.
Espero que os haya gustado esta receta y que os animéis a probarla, con o sin pareja, porque de verdad que están de vicio y además lo pasamos en grande cocinando juntos. Nada como la cocina y la comida para expresar el amor.
FUAAAAA, creo que las voy a hacer esta tarde, que lo sepas. Así como regalito de San Valentín total para mi y para Pat. Es que tienen una pinta... Y encima son de mis favoritas así, sencillas de mantequilla y vainilla. Creo que me muero y encima parecen super sencillas de hacer.
ResponderEliminarCon la cocina soy un desastre pero con la repostería... Ehehehe, no tanto. Así que te contaré cómo salen. ¡Gracias por compartirlo, preciosa!
¡Me dejaste alucinada con tus fotos de repostería! ¡Cuánto talento! Si pruebas a hacerlas ya me dirás qué tal, ¡y a ver si compartes algunas de tus recetas de tartas de colorines! :) ¡Besitos!
EliminarAy, PINTAZA. ¡Y súper cuquis! Yo es soy muy FAN de las galletas de mantequilla. Hice una buena tanda en navidad y quedaron buenísimas, pero creo que voy a guardarme la receta para ver cómo quedan, porque creo que las proporciones son algo diferentes.
ResponderEliminar¡Abrazo de mantequilla!
A mí me pasó igual: la receta de las galletas de Navidad que hice (aunque a priori fuesen también de mantequilla) tenían otras proporciones e incluso otros pasos de elaboración. ¡Éstas sin dudas quedaron mucho mejor! Si te animas ya me dirás qué tal :) ¡Un abrazote!
EliminarApuntada queda, es una receta bastante sana y menuda pintaza.
ResponderEliminar¿Hay algo que no se te de bien? Porque vaya, se me ha hecho la boca agua con el aspecto de esas galletas.
Un post muy dulce :)
¡¡Besos!!
Bua en verdad hay mil cosas que se me dan fatal... pero no blogueo sobre ello buajaja pero vaya, no sé ni silbar, ¡imagínate! Si pruebas la receta ya me dirás qué tal :) ¡Besitos!
EliminarDe verdad que de ver las fotos ya me entra un hambre feroz. Es que has tenido la capacidad de hacerme llegar hasta el olor. Qué maravilla, Noe. Ya he hablado con M y ¡este finde las hacemos si no hay ningún imprevisto!
ResponderEliminarMe encanta que toques todos los ámbitos en tu blog, guapísima y que encima todo lo toques tan tan bien y de forma tan PRO.
¡Un besote y ánimo con el viernes!
Ps. Espero no quemarlas (ni quemar la casa de M) :___)
EliminarAYYY QUÉ ILU QUE LAS HAGAS. Muchas gracias por tus palabras llenitas de amoooor, ¡ya verás como NO las quemas! ¡Confío en ti! ¡Abrazoteee y feliz viernes/finde!
EliminarHas despertado a la bestia repostera y me han entrado ganas de ponerme a hacer bizcochos y galletas en toneladas, espero que tu receta me salga bien porque tienen una pinta que... *babea sobre el teclado*
ResponderEliminarEJEJEJE con lo maestra de los fogones que eres tú seguro que salen muuuy bien, ¡si las pruebas avísame! Y envíame un poco de tu delicioso pan. ¡Besitos!
EliminarNo me arriesgaré a quemar mi cocina haciendo estas galletas porque hola, soy un desastre :) Eso sí, debo admitir que tienen una pinta buenísima. Y que yo sigo esperando a que me lleguen las mías a Madrid.
ResponderEliminarNoe, quiero mis galletas.
Se las habrá comido el de Correos... maldita sea >:(
EliminarCuando vuelvas te haremos más comida casera (espero que no sea justo cuando quememos la cocina nosotros). MUÁ.
¡Hola! Este post me ha recordado al año pasado cuando entre mi pareja y yo hicimos un porrón de galletas de mantequilla con forma de corazón para venderlas luego en mi antiguo trabajo, ya que participé en una recaudación solidaria. Estubimos desde las 19h hasta pasadas las 00h haciendo paquetitos de galletas jeje
ResponderEliminarAyer lo recodábamos y fue muuuuuuuuy cansado pero nos divertimos mucho haciéndolo juntos y más por una buena causa.
BB.
Marta
¡Qué gesto más bonito! Y por la foto que me pasaste tenían una pinta deliciosa (y de color y forma se parecen mucho mucho a las de este post). Es genial cocinar en pareja y sobre todo haciendo dulces :) ¡Un abrazo!
Eliminar¡Aquí una de las que las cubriría de chocolate hasta los topes! jajaja Tienen muy buena pinta y, tal como lo cuentas no son difíciles de hacer. Un día de estos si consigo sacar tiempo (y mis padres se fían de que no les queme la casa) intentaré hacerlas, aunque dándoles un toque de chocolate en lugar de vainilla o canela que tienen que estar riquísimas también jajaja
ResponderEliminarUn beso :)
Te prometo que al final de la veintena de galletas (que ya hemos devorado) ninguna ha acabado cubierta de chocolate (¡con lo que me gusta!). También puedes hacer eso, añadir chocolate a la masa. Yo solía modificar recetas de cupcakes con "chocolate echado a ojo" y quedaba bien :P ¡Un abrazo!
EliminarAy, me han dado ganas de hacer unas cuantas. Por cierto, para la próxima vez prueba a hacerlas con un toquecito de jengibre en polvo (del que venden en Mercadona). Les da un toque increíble, la última vez que horneé galletas lo probé y triunfaron, volaron en seguida.
ResponderEliminarBesos.
Uuuh me lo apunto, ¡me gustan mucho las galletas de jengibre! Y además tengo en casa, pero en aquel momento mira... ¡ni pensé! Gracias :) ¡Un besito!
EliminarBueno, aquí una que prueba esta receta años más tarde, sigue siendo tan maravillosa como en el momento en que la publicaste! (imagino, por el resto de comentarios). La verdad es que con la cantidad de recetas de mi*rda que hay por internet (he probado algunas y qué desastres...) la tuya es maravillosa!
ResponderEliminarHe tenido algún problema, como que he calentado la mantequilla demasiado y estaba 3/4 líquida, pero tampoco ha sido gran problema, quizá requiere algo más de harina que si hubiera estado más solida. Por lo demás, genial.
Las galletas buenísimas, apenas hemos dejado que se enfriasen para probarlas! Además, a pesar de la cantidad de mantequilla y azúcar que llevan, siempre serán más sanas que las que puedas comprar por ahí (este ha sido uno de los motivos por los que he decidido hacerlas). Genial la receta, de verdad, habrá alguna receta que se te resista? No lo creo.
Ahora el tema es no zampárnoslas todas de una! jajaja
Un beso y un abrazo!
P.D: Cuando quieras subir más recetas de dulces, aquí estaré *modo golosa ON*
¡AY! ¡Me alegro tantísimo de que triunfaran las galletas! Confieso que en esta casa acudimos a las recetas publicadas en el blog (que están bien pasaditas a limpio) cada vez que horneamos algo que no solemos hacer, como las galletas. Para otoño-Navidad siempre caen un par de horneadas porque es eso, nos hace sentir que matamos el gusanillo de dulce sin comer tanta porquería. ¡Es que saben igual que las galletas danesas de la famosa lata redonda! Ojalá descubramos más postres, ¡ya te contaré! ¡Un besito!
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