¡Hola, hola! Hoy quiero hablaros de una experiencia que viví hace unos meses y que quiero compartir con vosotros. Quiero compartirla y además alentar a que más personas se unan a ella.
Desde hace años llevo el pelo largo. Muy largo. Creo que la última vez que lo llevé corto aún iba a secundaria. No sólo lo llevaba largo porque me gustaba sino porque me crece muy rápido. Con los años la única diferencia es la pérdida del flequillo recto y por supuesto el color; que además de experimentar el rosa, se ha ido aclarando u oscureciendo dependiendo de la estación y de lo desteñida que estuviera.
2015 / 2016
No estaba cansada de mi pelo, no me agobiaba en verano... estaba acostumbrada a él. Obviamente requiere un extra de tiempo y cuidado pero aún así entraba en mi rutina dedicar un cuarto de hora a secarme el pelo en vez de cinco minutos.
No quería deshacerme de él. No en vano.
Este año, desde hacía meses, oí hablar del proyecto Mechones Solidarios. Lo anunciaron por el telediario y llamó mucho mi atención. Sabía que mi pelo podía costar dinero, pero no era consciente de que podía donarlo. Me empezó a entrar el gusanillo, el hormigueo de "hazlo". Al principio me puse fechas: "en mi próximo cumpleaños", "después de Navidad"... Mi entorno me apoyaba pero a la vez la primera reacción era "pero lo tienes tan largo y bonitooo...".
Entonces llegué a octubre de 2016 y el hormigueo se despertó en forma de necesidad. Era un cambio brusco y yo, por lo general, odio los cambios. Pero sólo de pensar que un gesto tan pequeño podía hacer algo tan grande como ayudar a alguien que lo necesitase... Sólo de pensar en la de veces que me he cortado palmos de pelo que se han ido a la basura y no han servido para absolutamente nada...
Y lo hice. Y no me arrepiento. Y lo volvería hacer mil veces.
¿Cómo fue mi experiencia? Perfecta. Entré en la web de Mechones Solidarios y miré los requisitos: pelo natural o teñido (atención, no se aceptan colores de "fantasía"), en buen estado (importante) y mínimo 20 cm de largo. Lo primero que hice fue muy ridículo puesto que me medí la melena con una regla y pensé en esperar unos meses más para que me quedara más largo después de la donación. Después pensé que daba igual, que un long bob o bob más corto no iba a matarme.
Encontré una peluquería cerca de casa que está asociada al proyecto, llamé para informarme (porque tenía dudas sobre si una vez realizado el corte me lo dejarían tal cual después del tijeretazo o le darían algo de forma) y pedí cita.
Debes llevar el pelo limpio y seco de casa. Me atendió un amor de peluquera a la que le estuve contando que no iba a una peluquería desde hacía ocho años y que desde entonces me tiño y me corto el pelo yo misma en casa. La experiencia es indolora por mucho que ames tu melena.
Me midió el largo y me separó la melena en dos mechones bien sujetos con una goma pequeña. Y zas. Primero uno, después el otro. Me arregló las puntas y me desfiló mi nuevo long bob en un par de capas y listo. Sólo hay que pagar 5 euros y tienes una nueva tú que ha aportado un granito de arena muy importante.
No sólo colaboré para una peluca que ayude a potenciar la autoestima de alguien afectado de cáncer sino que amo mi nuevo corte de pelo. Es cómodo y versátil. Tardo muchísimo menos en arreglarme y curiosamente me veo incluso mejor.
Si cargáis con una buena melena, seas hombre o mujer, y sentís el gusanillo de hacer un gesto altruista y bonito antes de acabar el año o justo al empezar el siguiente... no lo dudéis. No os arrepentiréis.
P.D.: El pelo crece, no es ningún drama.
La verdad es que yo llevaba tiempo pensándolo también, pero no tengo el pelo tan largo como tu. 20 cm de mi pelo pueden dejarme en un corte demasiado corto y no estoy acostumbrada. Pero también me corto el pelo en casa y creo que el estado de salud está bien, y la última vez pegué un buen tijeretazo. Así que la próxima vez puede que me lo plantee porque es una obra bonita y sí, el pelo crece, así que todo puede ser.
ResponderEliminarYo me he querido rapar el pelo con esta finalidad. De verdad, porque quiero raparme la cabeza, y si con ello puedo ayudar y que sirva para algo, mejor que mejor. Me parecen actos muy bonitos los que hacen personas como tú, si vuelvo a cortarme el pelo no voy a dudar en hacerlo así, porque sé lo que es todo ese mundo -por desgracia.- y cuánto puede ayudar verse bien aunque las cosas por dentro vayan mal.
ResponderEliminarun abrazo grande ♥
Sin duda tenéis que aportar vuestro precioso pelo: haréis feliz a alguien y además estaréis GUAPÍSIMAS con el cambio, seguro.
ResponderEliminarQué gesto tan bonito ♥ Me encantaría hacer algo así por lo menos una vez en la vida, pero soy de llevar siempre el pelo por los hombros o un poquito más largo como mucho, y en cuanto lo veo largo meto el tijeretazo... porque además se me abren las puntas un montón ):
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