¡Hola, hola! ¿Qué? ¿Qué tal el verano? ¿Cómo han ido esas ansiadas vacaciones? ¿O las estáis empezando ahora? (con menos aglomeraciones, ¡qué gusto!). Yo apenas tuve dos semanitas de vacaciones reales, sin trabajar, pero las disfruté al máximo a orillas del mar. Cerquita de casa, sin mucho gasto ni mucha parafernalia. Fue increíble.
Así como agosto 2018 fue es-pec-ta-cu-lar (se alinearon los planetas y empalmamos un viaje a Tenerife con un crucero de ensueño al que nos invitaron) este agosto sabíamos que iba a ser más discreto. Más... ¿normal? El caso es que a priori puede parecer que, en comparación, estas vacaciones iban a deslucir muchísimo con semejante precedente. Pero no ha sido así. Para nada.
Este verano hemos disfrutado de nuestro hogar. Siempre digo que lo mejor de cualquier festivo/fin de semana es poder desayunar con À. Desayunar, comernos a besos, cenar... Ha sido genial tener todos estos días seguidos de comer cosas ricas en casa, de pasearnos por todo el repertorio de los platos estrellas de mi marido (el chef).
Hemos visto películas, hemos devorado series (nuevo anime favorito: Boku no Hero Academia) /inciso: el verano está hecho para ver animes, no me digáis que no/, hemos hecho noches de vinito y queso con Aquí no hay quien viva... lo típico del verano. Y vicio, mucho vicio. Hasta tener callos en las manos de sujetar el mando y la DS.
Hemos visto películas, hemos devorado series (nuevo anime favorito: Boku no Hero Academia) /inciso: el verano está hecho para ver animes, no me digáis que no/, hemos hecho noches de vinito y queso con Aquí no hay quien viva... lo típico del verano. Y vicio, mucho vicio. Hasta tener callos en las manos de sujetar el mando y la DS.
Lo hemos pasado en grande junto a nuestro pequeño gran oso polar. Qué gusto los paseos nocturnos en el silencio de un barrio vacío. Y qué gusto tenerle de acompañante en las terrazas, ¡no podemos comer sin que camareros y otros comensales le piropeen! Si es que el que es guapo...
Pero, si me seguís la pista por redes sociales (Twitter y/o Instagram) sabréis que el gran protagonista de estos días de descanso ha sido el mar. Bueno, también lo sabéis porque lo he mencionado nada más empezar la entrada. Y en el título de la misma. Ay mi madre, cómo estoy...
Ya el año pasado mi amor por el Mediterráneo fue in crescendo: la posibilidad de hacer fotos debajo del agua (como mi admiradísima Elena Kalis), el disponer de un coche nuevo con su aire acondicionado fresquito para amenizar el trayecto... Casi todos los días hemos acabado en la playa. Bien temprano, desayunando en el pueblo antes de pasear por el mercadillo, o durante el atardecer, rebozándonos en las olas de un mar más agitado.
Son muchísimos los instantes y recuerdos que guardo de tantas horas en el mar. El Sol me ha besado con la fortuna de encadenar un día soleado tras otro; mi pelo se ha aclarado varios tonos mientras mi piel se oscurecía en un bonito bronceado. El salitre de mi piel hacía las delicias de Ficus, que me comía a besos al verme volver a casa cubierta de sal.
Jugamos en la toalla, dormimos pequeñas siestas mecidos por el rumor de las olas. Buceamos, descubrimos peces y nuevos mundos. Nos compramos un flotador enorme para hacer el garrulo, me caí infinitas veces de él. Comimos mucho arroz al lado del puerto, solos y con amigos. Bebimos vino. Me invitaron a un chupito de licor de cacao casero con el que aún sueño.
Es un gran privilegio ser vecina del Mediterráneo y poder disfrutar de él durmiendo cada noche en tu cama (porque bendita sea tu propia cama y lo bien que descansas en ella).
Es un gran privilegio ser vecina del Mediterráneo y poder disfrutar de él durmiendo cada noche en tu cama (porque bendita sea tu propia cama y lo bien que descansas en ella).
Después volví a la rutina: con más peso, más rubia y más morena de piel. Y feliz como una perdiz. Pese a la brevedad de las vacaciones hemos seguido disfrutando del mes de agosto, exprimiendo cada gota de mar durante los fines de semana que quedaban.
Y aquí estamos: con las pilas a tope. Con la certeza de que no necesitas recorrer muchos kilómetros para desconectar y recargarte. Espero que sintáis toda la fuerza del mar en mis próximas publicaciones, ¡nos vemos por aquí cada martes!
Y ahora, también, podemos vernos en Patreon.
Pues la verdad que tu verano no tiene mucho que envidiarle al resto. Aunque yo sí que envidio que tengas la playa tan cerca. Ahora que vivo en Madrid nada de nada, y en Sevilla antes más de lo mismo, solo que desde allí me pillaba más cerca. Y eso que a mí la playa no me gustaba, pero nunca sabes lo que tienes hasta que lo pierdes...
ResponderEliminarPor cierto,las fotos de la playa, preciosas.
Ya se echaba de menos leer tus entradas de verdad! Me gusta pasar mis 15 minutitos leyéndote con calma y escribiéndote luego.
Mucho ánimo con la vuelta a la rutina, aunque ya sé por twitter que empezaste hace unas semanas :)
¡Muchísimas gracias Tania! Yo también echaba de menos leeros por aquí y tener un ratito para responderos. Yo la verdad es que de pequeña tampoco era muy fan de la playa (claro que la que tenía más cerca, la de Barcelona, era asquerosa comparada con la de Arenys). No me gustaba porque siempre se me antojaba mucho trabajo tener que ir, incluso estando cerca. Y que si tener que ducharte allí mismo para quitarte la sal y la arena... meh. La playa de ahora es de piedrecitas que no se enganchan y nos duchamos ya en casa con la calma, bien secados al Sol antes de subir al coche. ¡Así la experiencia es mucho mejor! Gracias por pasarte, bonita. ¡Vamos leyéndonos! ¡Un besote!
EliminarHace años disfrutaba más de la playa que ahora, pero ha sido ver tus fotos y me ha entrado ganas de reconciliarme con ella. Que pasada, me alegro que hayas podido disfrutar al máximo de tus vacaciones y que cargaras las pilas a tope para todo lo que está por venir.
ResponderEliminarUn abrazo enorme.
¡DEBES reconciliarte! La playa siempre está ahí, esperándote y echándote de menos. Místicamente también te diré que ayuda mucho a recargar energías. La sal purificadora y exfoliante para la piel, la calma del horizonte... cada vez que voy vuelvo un poco más nueva. ¡Gracias por pasarte! ¡Un abrazote!
EliminarAl final las vacaciones perfectas no tienen que ser sinónimo de viajes, sino que tienen mucho más que ver con quien las compartes y cómo disfrutas de ese tiempo libre y sin horarios.
ResponderEliminarMe alegra que haya sido un agosto tan especial y marinero (el mediterraneo es vida y love), y ya había ganas de tenerte por aquí de vuelta ^^.
¡¡Besos!!
¡Hola Alba! ¡Exacto! Últimamente parece que tenemos el concepto de "viajar" como inercia. ¿Llega un festivo, puente o semanas de vacaciones? Uy, ¿a dónde planeo ir? Supongo que ha surgido del consumismo en auge y de la bajada de precio del turisteo en sí que lo ha hecho más asequible (vuelos low cost y esas cosas). Pero ay, también cansa. Y el pasarte las vacaciones con quien más quieres es lo único que importa, independientemente de dónde te encuentres. ¡Gracias por pasarte! ¡Un besote!
EliminarYa sabes que he seguido tus vacaciones por Instagram desde el primer día y me han encantado. Está claro que no hace falta irse muy lejos para disfrutar de unas vacaciones espectaculares como habéis hecho vosotros. A mí me encantaría vivir un poquito mas cerca del mar ^_^
ResponderEliminarUn beso preciosa.
¡Muchas gracias amor! Por seguirme y empaparte un poquito del mar a pesar de la distancia y por dedicarme estas palabras tan bonitas. Ojalá algún día puedas echar raíces más cerca del horizonte azul. ¡Besitos!
EliminarPero vaya fotos tan preciosas, jo.
ResponderEliminarYo soy de las que piensan que vacaciones no siempre es sinónimo de viajes intensos a cualquier otro país. Nosotros llevamos ya un par de veranos sin irnos a ningún sitio, pero con la playa a 1 hora de casa podemos ir cuando queramos y además con las perras, que eso es mejor que cualquier cosa. Aunque yo no soy mucho de playa, las cosas como son.
¿Sabes? Me parece genial que nos hayas ido contando tus vacaciones tal y como han sido. Me refiero a que estamos tan acostumbradas a que las influencers vayan prácticamente cada semana a un país distinto y hagan lo que se supone que se tiene que hacer en verano, que cuando no cumples con eso te sientes hasta mal. Pero ver como otras personas también disfrutan de lo sencillo en verano es genial, de verdad.
Un abrazo enorme.
Muchísimas gracias por tu comentario, me ha llegado al alma. Creo que en esta "era del postureo" a veces se nos va de las manos los sacrificios que nos imponemos con tal de sentirnos parte de una comunidad que a veces se pasa de "bonita". Yo misma me planteé pegarme el madrugón de mi vida y conducir más de 1 hora con tal de estar y experimentar calas de ensueño de la costa brava. ¡Qué fotos más bonitas hubiesen salido allí! Pero al final me dio pereza. Tremenda pereza. Lo cercano también es bonito, y más cómodo. Y la comodidad nos hace felices y no siempre tenemos por qué ver con nuestros propios ojos absolutamente todo (además, a veces hay lugares y cosas que en persona decepcionan mucho). Me alegra haber tenido este verano tan cotidiano y me alegra muchísimo que compartirlo contigo te haya hecho sentir bien. ¡Un abrazote!
EliminarHoli Holi !
ResponderEliminarLlego tarde pero llegó :)
Estas entradas me calientan el corazoncito, soy de esas que disfrutan los journals a tope, que precioso el verano que habéis tenido! Y que agua TAN cristalina, si intento hacer eso en Castelldefels... Jajajaja. Estoy deseando ver el vídeo de primavera y verano que vas a marcarte 😍.
Espero con cariño que a mí vuelta siga haciendo sol y calor para escaparme un día a Arenys 🤞
PD: OMG Los platos de tu marido el chef.
Un besito bien grande!
¡Hola bonita! ¡Muchas gracias por pasarte a pesar de estar tan lejos de casa! A mí ya sabes que me encantan este tipo de entradas así que no podía tener un "retorno" mejor para el blog jeje. Espero que a la vuelta puedas escaparte un finde a Arenys porque vale mucho MUCHO la pena. Si necesitas recomendaciones, ¡ya sabes! ¡Un abrazote!
EliminarComo bien has dicho, no hace falta hacer muchos kilómetros para disfrutar de unas buenas vacaciones! Y las tuyas desde luego no tienen nada que envidiar a grandes viajes o tu verano del año pasado. Qué bueno que sepas apreciar y valorar ambas cosas.
ResponderEliminar¡Qué ganas tenía de leerte! Sigues transmitiendo tanta paz y buena vibra en cada párrafo :)
Un abrazote!
¡Muchísimas gracias bonita! Ha sido un placer volver por aquí y tener mi espacio para transmitiros cosas buenas. ¡Gracias por pasarte a escribirme! ¡Un besito!
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