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Noëlle, 29 años. Artista de manos pequeñas. Madre de plantas y de un perro llamado Ficus. Ilustradora, diseñadora gráfica, fotógrafa aesthetics y bloguera desde la cuna.

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Mónaco



¡Hola, hola! Llegamos al fin de la travesía, al último país por el que me dejé caer antes de volver a la rutina. Nada mejor que el frío que nos acompaña este final de octubre para poder hablar del verano en pasado, de ese clima tan cálido y ese mar tan azul que tardarán en volver.



Para llegar hasta este principado desembarcamos en Villefranche-sur-Mer con barcos pequeñitos. Oh la lá, c'est magnifique! En verdad fue como tirarse por un tobogán cuando ya tienes más de 20 años: al principio te hace ilusión pero luego no dejas de pensar en lo mucho que te duele el culo y "en qué momento hago la gracia". Los niños estaban hipnotizados con el romper del agua a nuestro paso, yo miraba la costa para ver cuánto faltaba para dejar de estar en un asiento de plástico desde el cual me zarandeaban para los lados. Todo lo que no me mareé en una semana de navegación lo consiguió un barquito pequeñito en menos de quince minutos.

Desde la idílica Villefranche nos subimos a un autocar y recorrimos la Costa Azul. Qué maravilla. Qué maravilla más inalcanzable y cara. Este día lo recuerdo como estar en un sueño y ser consciente de ello. Las "casitas" escalando el paisaje para hacerse con los primeros planos del Mediterráneo, los "barquitos" aparcados cuales bicis... Estaba claro que no pertenecíamos a aquello, pero fue divertido fingir que sí.



En cierto modo era como estar en una Andorra un poco más estirada y sofisticada. Yo me quedo con Andorra, porque siempre barriendo para casa, pero Mónaco (de poder permitirte la experiencia) es algo bonito de ver. Es como un escenario, como una película... como haberte colado entre los extras del país de Genovia en Princesa por Sorpresa. El cambio de guardia nos pilló cerca, comiendo una crepe (bastante barata en comparación a otros lugares que tanteamos). Creo que es algo similar al cambio de guardia inglés, lo único que os puedo asegurar es que la aglomeración alrededor del evento era tal que al acabar vimos llegar una ambulancia. ¿Golpe de calor? Es que a ver, ¡eran las 12 del mediodía y estábamos en pleno agosto! ¿A quién se le ocurre?



Callejear por Mónaco fue muy bonito y deprimente. Bueno, no tan deprimente, en verdad nos lo tomamos entre risas: un plato de olivas más de 10 euros, un menú infantil más de 25... (¡que son patatas fritas y una hamburguesa, por favor!), que si el Maserati, el Lexus, el Ferrari rojo de allí y, ¡mira! un Porsche aparcado con un funda con el escudo de "Porsche" bien grande. ¿De verdad hay gente que tiene tanto dinero? Nosotros con 50 euros que nos dio la abuela de À le compramos un bolso de estilo náutico muy chulo, unos jabones de Marsella y unos imanes caros y bonitos para todos. Y ya. El resto de regalos fueron los recuerdos de haber pasado unas horas en un sitio con encanto al que muy probablemente no volveremos jamás.



Es que mirad, eso de ahí es un lavabo público en medio de la nada. ¡Es precioso! El lavabo del parking de Mónaco (sí, el parking... sólo hay uno, una unidad) también era gratuito e impecable. Olía de escándalo. Yo quiero ser rica sólo para poder ir a lavabos públicos tan limpios como para comer del suelo.



Pagamos sólo por la excursión hasta Mónaco y, aunque podríamos haber caminado una media horita para adentrarnos en Montecarlo, nos limitamos a observarlo desde las alturas. Porque básicamente es la curva de la Fórmula 1 (que hicimos desde el autocar, jeje), el casino (ahí, perdido a lo lejos entre yates y dineros) y un rollo más de ciudad y menos "antiguo" como el que tiene Mónaco. Prefiero mil veces el encanto que me pueda transmitir un rincón más pequeño y clásico (además, ahora que miro las fotos aquí arriba mientras escribo, básicamente Montecarlo parece Marbella y/o Benidorm).



Y para terminar de reseñar nuestra visita exprés a este país tan pequeñito: sus jardines. Parecían bosques, pero bosques impolutos, tallados con gracia. Hasta las gaviotas parecían bonitas, cuales pavos reales, en vez de los monstruos come-palomas que son realmente. Después de tanto turistear por lugares de tanto interés como lo son Pompeya, Roma y Florencia nos vino de perlas hacer el vago por Mónaco porque, si algo encontramos además de precios ridículamente caros, fue paz y tranquilidad.



¡Y aquí concluye la última de mis aventuras veraniegas! Espero que os haya gustado conocer tantos destinos de mi mano. Después de muchos kilómetros nos toca estar una buena temporada más calmados, aunque no por no irte muy lejos no viajas. A esta sección del blog os traeré más rincones de mi bonita Cataluña y cualquier excursión o desconexión que se presente en el camino. No necesitas irte muy lejos para descubrir y para encontrarte.

¿Qué opináis de este crucero? ¿Habéis estado en Mónaco? ¿Sois más de Andorra? ¡Contadme!

Comentarios

  1. La verdad es que han sido unas vacaciones de escándalo, se nota que eres una privilegiada. HA sido un placer ver un pedacito de ellas por esta ventanita.

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  2. Vamos a ir por puntos:

    1. Quiero tu mono.
    2. También quiero tu sombrero.
    3. Y tu cara.
    4. ¿Por qué eres tan guapa?
    5. ¿Sabes la envidia que me has dado este verano?
    6. Fact: me alegré cuando dijiste que los críos gritaban en el crucero, eso te pasa por privilegiada.
    7. Las fotos son preciosas.
    8. PERO NO TANTO COMO TU CARA.
    9. También quiero tu mochila.
    10. Se me da fatal hacer comentarios.

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    1. Ay jajaja, maldita seas. Ojalá poder darte mi cara (?), y yo me quedo con tu habilidad para hacer fajitas, por ejemplo. ¡Gracias por pasarte, bonita! ¡Un besote!

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  3. Jo, es leer tu post y me inundan unas ganas de verano y de planear una nueva escapada... aiiins.
    Eso si, creo que no podíais haber terminado mejor el viaje. Después de unos días intensos de excursiones viene genial tener un día un poco más relajado para descansar realmente y volver a la rutina con las pilas cargadas. :) Además, al ver tus fotos estoy completamente de acuerdo, Mónaco es una ciudad "privilegiada" que para verla y pasar por allí genial, pero para estar 10 días, antes me volvía a Florencia jajaja

    ¡Un abrazo enorme!

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    1. Uy sí, sin duda no recomiendo Mónaco como para estar más de... ¿1 día? Como mucho. A mí también me dan mil ganas de volver al verano, sobre todo al saber que toca estarse una bueeena temporada quietecitos. Pero jo, ha valido todo TANTO la pena. Ha sido de los mejores regalos de mi vida. ¡Este año te tocaría ir a Florencia! Sé que las ganas de volver son GRANDES. ¡Un besito!

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  4. La verdad es que después de leer tu post, me quedo con Andorra sin dudarlo ni un segundo. Mónaco no me ha llamado la atención por sus calles/paisajes y encima es un sitio carísimo. Quizá si me surgiera una oportunidad como la tuya aprovecharía ya que estoy, pero desde luego no iría allí expresamente.

    (qué ganas de volver a las vacaciones de verano, jo)

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    1. ¡Andorra siempre! Es infinitamente mejor (y Caldea en invierno es una pasada, eso sí que es privilegio). Si te surge la oportunidad es bonito de ver (porque los dineros suelen ir acompañados de vistas increíbles, mínimo) pero sino... nah. Y sí, dan ganas de dar marcha atrás en el tiempo. Aix. ¡Un besote!

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  5. Te voy a decir una cosa... Me he reído al ver tu referencia a Princesa por sorpresa porque te juro que eso mismo estaba pensando yo mientras leía tu entrada y veía tus fotos. ¡Mónaco es tan Genovia! La verdad es que es una país del que, sinceramente, había olvidado su existencia, pero después de leer tu entrada casi mejor vuelvo a hacerlo porque siento que soy demasiado pobretona para él. ¡Madre mía el precio del menú infantil! ¿Es que acaso esa gente caga dinero? Si no es así, necesito que me expliquen su secreto: yo también quiero poder permitirme esos lujos.
    Por lo demás, debo reconocer que es precioso. En serio, se nota que está cuidado al detalle y lo comparas con otras ciudades y... En fin (no dejo de pensar en Roma en comparación. Me decepcionó TANTO la cuidad. Ojo, que no la ruinas)

    Algún día me gustaría visitar este país, la verdad, pero visitarlo sabiendo que puedo gastarme en él lo que me apetezca, porque tengo la impresión de que te cobran hasta por respirar y, al menos de momento, no estoy montada en el euro x)

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    1. Jajaja gracias por gozar con la referencia, para mí es de lo mejor de la entrada. La verdad es que es caro, CARO, pero a su favor (por ejemplo) el lavabo del parking es gratis y de mucha calidad, así que si te metes un bocata en la mochila (que no fue mi caso y me tuve que hacer la crepe) vas bien por allí. Espero que algún día podamos ir de "visita bohemia" por Mónaco, con muchos dineros y con la posibilidad de sentarnos a comer en uno de sus muchos restaurantes de lujo. Y sino pues un Taco Bell que también nos hace mazo felices jajaja. ¡Un besote!

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  6. Ay... la gente privilegiada DE VERDAD.
    Si te soy sincera a mi este tipo de ciudades me hacen sentir mal... fuera de lugar ¿sabes? COmo si llevara un cartel en la frente que pusiera bien grande SOY POBRE, no sé, me sentí así en el concierto de Sofía Ellar que tiene un público más bien pijolis pues en una ciudad como Mónaco ni te cuento.
    Y me da rabia, pero te juro que no creo que disfrutara la experiencia solo por eso (¿Soy rara? Soy MUY RARA).
    Así que, como nunca podré permitírmelo (bueno, el viaje hasta allí sí, pero preferiré gastarlo en otro sitio), me alegro de haberlo podido disfrutado a través de ti y tus referencias a Princesa por Sorpresa (te amo)
    Creo que hicisteis bien en pasar de Montecarlo, total... estoy de acuerdo con que tiene más encanto quedarse en Mónaco.

    La edición de las fotos (y las fotos en sí mismas) son maravillosas. Qué colores, plis.
    Y tú sales tan mona y preciosa que AAAAAGH >////<

    Dicho esto, quiero conocer más rincones catalanes así que espero con ansias esas futuras entradas (y why not ¡visitar alguno de ellos contigo!)

    ¡Besazos gigantescos!

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    1. AY. Lo primero de todo: MATO por llevarte de la mano por Cataluña, a lo "Barcelona ya la tienes vista". Sé a lo que te refieres porque yo me sentí exactamente así las dos veces que estuve en Harrods, a lo "me están mirando, Dios, si es que parezco hasta sucia al lado de esta gente". Sin duda es un lugar bonito pero taaan... diferente, que no se puede disfrutar de la manera en la que disfrutamos de las pequeñas cosas de la vida. No sé, poder tomar algo sin que duela el triple, y tal. Vente pronto que te echo de menos, Ficus quiere lamerte y yo quiero llevarte a sitios. BESOTES.

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  7. Ha sido un broche precioso para estos post del crucero. Sabía que allí los precios eran absurdamente caros, pero me has dejado con la boca abierta.
    Espero leer pronto muchas más cositas por aquí :)

    ¡¡Besos!!

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    1. ¡Muchísimas gracias bonita! ¡Siempre es un placer tenerte por aquí! ¡Un besazo!

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